Polideportivo La Salle

    En esta exploración visitamos un lugar que me trae lejanos recuerdos cuando de pequeños íbamos a jugar a fútbol a sus grandes explanadas de hierba y aunque ya estaba abandonado en aquella época su estado era increíble. Años después dando un tranquilo paseo llegamos hasta el y pudimos comprobar que no han dejado casi nada. Aun así os enseñó lo que todavía queda.
    El polideportivo cuando se encontraba en funcionamiento albergaba el Torneo de la Amistad un campeonato de fútbol donde vienen grupos de niños de distintas nacionalidades y que se enfrentan a los equipos palentinos. Al mismo tiempo que el torneo dejo de celebrarse en este recinto trasladaron el polideportivo al colegio que hay en la capital y este quedo abandonado.
    Lo primero que vemos nada mas entrar es la casa del guarda del recinto.
 
 
Al fondo ya se ve el polideportivo pero primero rodeamos la casa para ver si se puede entrar.
 
 
En la parte de atrás encontramos el acceso.
 
 
 Vemos un pasillo que comunica con todas las habitaciones de la casa.
 
 
 Sacamos las fotos a las habitaciones totalmente a oscuras.
 
 
 La cocina.
 
 
 Un sillón es el único mueble que se conserva en todo el lugar.
 
 
Salimos del edificio y exploramos el polideportivo en su exterior.
 
 
 Aquí vemos la torre donde se encontraban las escaleras de acceso a la piscina.
 
 
 El guardián del lugar.
 
 
 El parque para hacer diferentes ejercicios físicos.
 

 
    Seguimos recorriendo el perímetro del edificio. La zona que vemos aquí son los vestuarios y en el techo se encuentra una gran piscina.
 
 
 Aquí vemos el exterior de la cancha de baloncesto.
 
 
    Y por fin con permiso del hombre que se alberga en su interior entramos. Aquí vemos la pista de baloncesto inmensa que hay en su interior.
 
 
 Los vestuarios.
 
 
 Las duchas.
 
 
 Y las taquillas.
 
 
 Salimos al exterior y vemos la impresionante piscina.
 
 
 Y para acabar el reportaje el impresionante trampolín de la piscina.
 
 
    Aquí terminamos esta visita a un lugar en el que las voces de los niños han dejado de sonar y lo único que queda es un morador que se resguarda del frió invierno con la única compañía de su perro.

5 comentarios:

  1. Nunca jamas lo entendere, el por qué de tanto destrozo gratuito,ahora las fotos tremendas, muy bueno compi.

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  2. Muchas gracias vero la verdad es que es terrible que destruyan cosas que forman parte de la historia o simplemente sitios que puedan ser destinados a diferentes actividades
    Un saludo

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  3. Estaria bien ir un dia a este sitio, es de los pocos que me quedan por entrar de aqui cerca :D Saludos txutxi

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    1. Como ya te comenté este sitio no merece la pena, entre el riesgo que tiene por su mal estado y que su morador no es muy sociable es mejor buscar otros sitios. Un saludo

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  4. Lo recuerdo, estuve dos años interno en el colegio La Salle (1971-1973), vivía en Bilbao en aquella época. Cogíamos el autobús para desplazarnos al polideportivo en la Plaza de San Lázaro, la pista de baloncesto era también gimnasio, con la pared izquierda, según la foto, llena de espalderas.

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